Lecturas: "Mi madre era una mujer hermosa" |
La explosión de obras autobiográficas da lugar a que seamos testigos de las más variadas vidas de los autores de cómic. En el caso que nos ocupa hoy, Karlien de Villiers, de origen sudafricano y raíces Boer, nos relata el capítulo más determinante de su vida.
Mi madre era una mujer hermosa
Karlien de Villiers
Ediciones Glénat
Karlien de Villiers nació en 1975 en Ciudad del Cabo. Cursó estudios de diseño gráfico en la universidad de Stellenbosch, donde conocería a Anton Kannemeyer y Conrad Botes, responsables de la revista de cómics Bittercomix. En esta revista publicaría varios de sus primeros trabajos, en su mayoría ya autobiográficos, dando rienda suelta a su inquietud por la ilustración y sobre todo el cómic. Su historia breve Amper Twaalf ("Los difíciles doce", en referencia a la edad) narra el que fue sin duda el peor episodio de su niñez, cuando un padre les da a sus dos hijas una trágica noticia. Esta punzante viñeta es la semilla de Mi madre era una mujer hermosa, su primer trabajo largo como historietista que ahora publica Glénat.
Mi madre era una mujer hermosa es la historia de la infancia de Karlien de Villiers, en una época marcada por la decadencia del régimen político sudafricano que culminaría con el fin del apartheid. Con este escenario como telón de fondo, de Villiers nos relata sus años en la escuela y la curiosidad de una niña que no entiende lo que sucede a su alrededor. Un adoctrinamiento católico extremista y represivo intenta hacer mella en la evolución de la personalidad de una niña por entonces moldeable, pero que se salva por aferrarse a sus constantes preguntas. Ausente de una figura paterna que sirva como modelo a seguir, pues su padre se presenta como una persona irascible y autoritaria con sus hijas, todas sus cuestiones y todos sus referentes pasan por la explicación y la aprobación de su hermosa madre, un espejo de resolutas convicciones en el que mirarse. Y mientras los disturbios callejeros aumentan la tensión política vivida en los 80 en el país africano, la pequeña Karla asiste igualmente atónita al desmoronamiento de su familia por los mismos cimientos. El fin de la unidad familiar de los Villiers, consumado con la tragedia, se convierte en este libro en una dura metáfora del fin del apartheid. Punto de inflexión en su vida y en la de toda la población de Sudáfrica, aquel momento supone el renacer de unas nuevas ideas y la gestación de un rencor grabado a fuego en su interior.
Esta primera obra larga de Karlien de Villiers, presentada como una especie de diario, demuestra en ocasiones las carencias propias de una autora novel. Con Mi madre era una mujer hermosa asistimos a la infancia de la autora a través de los ojos de la niña que fue. Pero el libro no está exento de nostalgia ni crítica desde la distancia de la edad, lo que le confiere cierta incongruencia. A pesar de ello, la sensación final tras la lectura es que Mi madre era una mujer hermosa se aproxima más a un diario de postales/recuerdos con explicaciones a pie de viñeta. En ningún momento la autora se plantea la página como una unidad narrativa; las formas y la distribución de sus elementos se parece a la de un álbum de fotos, sin un sentido narrativo. Con todo, la relevancia histórica del momento es plenamente circunstancial y, si bien en algunos episodios de la obra se muestra claramente como un apoyo al hilo argumental principal, acaba por desvanecerse por completo, centrándose únicamente en el desmembramiento familiar.
El interés de este libro recae principalmente en dos aspectos. Por un lado, el descubrimiento de una autora sudafricana cuyos trabajos (anteriores y posteriores) están marcados por los hechos de Mi madre era una mujer hermosa y la formación de un carácter emocional turbulento y angustiado. Es la suya una nueva forma de entender el cómic que puede conectar o no con el lector europeo. Por otro lado, la percepción que tiene una niña de un régimen autoritario y prácticamente dictatorial, tanto con las tribus indígenas que pueblan varias zonas de Sudáfrica como con los mismos blancos. Un punto de vista diferente y alejado de las tesis políticas que muestran la verdadera realidad y las consecuencias en el comportamiento de puertas afuera de una familia resquebrajada por dentro.
Mi madre era una mujer hermosa
Karlien de Villiers
Ediciones Glénat
Karlien de Villiers nació en 1975 en Ciudad del Cabo. Cursó estudios de diseño gráfico en la universidad de Stellenbosch, donde conocería a Anton Kannemeyer y Conrad Botes, responsables de la revista de cómics Bittercomix. En esta revista publicaría varios de sus primeros trabajos, en su mayoría ya autobiográficos, dando rienda suelta a su inquietud por la ilustración y sobre todo el cómic. Su historia breve Amper Twaalf ("Los difíciles doce", en referencia a la edad) narra el que fue sin duda el peor episodio de su niñez, cuando un padre les da a sus dos hijas una trágica noticia. Esta punzante viñeta es la semilla de Mi madre era una mujer hermosa, su primer trabajo largo como historietista que ahora publica Glénat.
Mi madre era una mujer hermosa es la historia de la infancia de Karlien de Villiers, en una época marcada por la decadencia del régimen político sudafricano que culminaría con el fin del apartheid. Con este escenario como telón de fondo, de Villiers nos relata sus años en la escuela y la curiosidad de una niña que no entiende lo que sucede a su alrededor. Un adoctrinamiento católico extremista y represivo intenta hacer mella en la evolución de la personalidad de una niña por entonces moldeable, pero que se salva por aferrarse a sus constantes preguntas. Ausente de una figura paterna que sirva como modelo a seguir, pues su padre se presenta como una persona irascible y autoritaria con sus hijas, todas sus cuestiones y todos sus referentes pasan por la explicación y la aprobación de su hermosa madre, un espejo de resolutas convicciones en el que mirarse. Y mientras los disturbios callejeros aumentan la tensión política vivida en los 80 en el país africano, la pequeña Karla asiste igualmente atónita al desmoronamiento de su familia por los mismos cimientos. El fin de la unidad familiar de los Villiers, consumado con la tragedia, se convierte en este libro en una dura metáfora del fin del apartheid. Punto de inflexión en su vida y en la de toda la población de Sudáfrica, aquel momento supone el renacer de unas nuevas ideas y la gestación de un rencor grabado a fuego en su interior.
Esta primera obra larga de Karlien de Villiers, presentada como una especie de diario, demuestra en ocasiones las carencias propias de una autora novel. Con Mi madre era una mujer hermosa asistimos a la infancia de la autora a través de los ojos de la niña que fue. Pero el libro no está exento de nostalgia ni crítica desde la distancia de la edad, lo que le confiere cierta incongruencia. A pesar de ello, la sensación final tras la lectura es que Mi madre era una mujer hermosa se aproxima más a un diario de postales/recuerdos con explicaciones a pie de viñeta. En ningún momento la autora se plantea la página como una unidad narrativa; las formas y la distribución de sus elementos se parece a la de un álbum de fotos, sin un sentido narrativo. Con todo, la relevancia histórica del momento es plenamente circunstancial y, si bien en algunos episodios de la obra se muestra claramente como un apoyo al hilo argumental principal, acaba por desvanecerse por completo, centrándose únicamente en el desmembramiento familiar.
El interés de este libro recae principalmente en dos aspectos. Por un lado, el descubrimiento de una autora sudafricana cuyos trabajos (anteriores y posteriores) están marcados por los hechos de Mi madre era una mujer hermosa y la formación de un carácter emocional turbulento y angustiado. Es la suya una nueva forma de entender el cómic que puede conectar o no con el lector europeo. Por otro lado, la percepción que tiene una niña de un régimen autoritario y prácticamente dictatorial, tanto con las tribus indígenas que pueblan varias zonas de Sudáfrica como con los mismos blancos. Un punto de vista diferente y alejado de las tesis políticas que muestran la verdadera realidad y las consecuencias en el comportamiento de puertas afuera de una familia resquebrajada por dentro.
Etiquetas: Lecturas
1 Comentarios:
Se lee rápido y a mi me gustó mucho.
Mezcla la historia de reciente de sudáfrica a través de las vivencias de una niña y su familia.
Por Anónimo, a las 9:56 a. m.
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