Lecturas: "Konrad y Paul"

Lo malo de mantener un blog personal es que cuando uno enferma, la actualización se resiente. Hoy que la fiebre ha bajado lo suficiente como para permitirme vivir un poco fuera de la cama, aprovecho unos minutitos para subir un par de reseñas de las que tengo pendientes. Ahora os dejo con Konrad y Paul y, en breve, colgaré Studs Kirby.


Konrad y Paul 1
Ralf König
La Cúpula


Konrad y Paul no encarnan precisamente el ideal de pareja perfecta. Por un lado, Konrad es un chico sensible, apasionado por la música clásica, los conciertos y los ambientes con glamour y distinción. Paul, por el contrario, es un fiestero de aúpa, un pervertido e insaciable amante que no tarda en meter en todo tipo de fregados a su compañero sentimental. Las situaciones más descacharrantes y vergonzosas en la vida de pareja se dan cita en este álbum protagonizado por dos personajes tan dispares.

Ralf König es, presumiblemente, el autor gay de cómic gay más reconocido. Su obra, tan amena y divertida como universal, no restringe el público que puede acercarse a ella. No exagero al afirmar que el éxito de algunas adaptaciones cinematográficas de títulos suyos como El condón asesino ó El hombre deseado ha dado lugar a que gente ajena al mundo del cómic se adentrara en su lectura con resultados más que satisfactorios. Y es que Ralf König sabe llegar a todo tipo de lector, tanto ocasional como empedernido, tanto homosexual como heterosexual, con pareja o sin, porque sus historias son divertidas y verosímiles por igual. Tanto da que utilice a su dúo más famoso como que adapte un clásico de la Grecia antigua: lo importante es la humanidad de sus personajes, las situaciones que crea y la hilaridad que se desprende de sus páginas.

Con este primer Konrad y Paul se da paso a la recopilación de historias cortas aparecidas en la extinta revista El víbora, siguiendo la edición original alemana de Carlsen-Verlag. Una perfecta puerta de entrada al universo de Ralf König, donde el aburrimiento no tiene lugar.

2 Comentarios:

  • Es cierto, a pesar de que ciertas viñetas son muy explícitas, este autor es aconsejable para todos los públicos sin mirar por su condición sexual. A pesar de mi heterosexualidad, comprendo perfectamente sus historias de amor y de infidelidad. Y es uno de los autores con los que más me he reído últimamente. Para los que vieron en Brokeback Mountain una historia de amor perfecta, les recomiendo El hombre deseado y su continuación Preety Baby.

    Me alegro de que te hayas recuperado Sergio, y que podamos seguir disfrutando de tu Blog.

    Por Anonymous Anónimo, a las 12:36 p. m.  

  • Muchas gracias, Juan Carlos. Ya sabes: mala hierba nunca muere.

    Por Blogger tirafrutas, a las 9:10 p. m.  

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