Lecturas: "Insomnia"

Tengo por aquí tres ejemplares de la colección Ignatz que, como siempre, son de lo más cautivadores, aunque a veces su búsqueda de nuevos caminos a través de la experimentación narrativa nos deja con resultados dispares. Empiezo por Insomnia de Matt Broersma, que promete mucho y ofrece poco (al menos por el momento), y más adelante os contaré algo de Gipi.



Insomnia
Matt Broersma
Ediciones Sins entido


La negra silueta de un tren sobre unos raíles elevados recorta el cielo azul que el atardecer va atrapando. Todo está oscuro, pero la luz procedente del interior de los vagones atraviesa las ventanas para encandilarnos. Una ventana de un edificio anónimo nos muestra la figura recortada de un individuo, ennegrecida por el contraste de la luz interior, una extraña vida que sigue desvelada mientras el mundo duerme. Alguien no puede pegar ojo: es el insomnio.

Marco Clay es (o ha sido) contable, camarero o un proscrito que huye hacia la frontera de México. O todo, incluso un suicida. Los distintos pedazos de su vida nos son entregados breves e inconexos, ofreciendo como resultado un retruécano de situaciones por las que hacen acto de presencia varios personajes desorientados, superados por la vida y entregados a la perdición. Insomnia está ambientada en la América profunda y sureña, desértica planicie fronteriza con México, el escenario ideal para llevar a cabo un ejercicio de suspense y soledad, donde varios derrotados entrelazan su perdido destino. Algunos personajes, no obstante, aparecen y desaparecen de la historia de forma muy fugaz. Apenas son estelas que se pierden en un parpadeo, figuras testimoniales que no vemos respirar dentro de un argumento calculado e interesante en su puesta en escena pero en ocasiones abusivo con las elipsis, lo que nos deja con una estructura en exceso fragmentada a la que le queda demasiado por recomponer.

Éste es el punto débil de una nueva primera entrega de la colección Ignatz, firmada por el tejano Matt Broersma (Michigan, 1971). Broersma, quien ha trabajado siempre en el movimiento independiente norteamericano, es un artista influenciado por la serie negra más mítica de Chandler y Hammett que también demuestra dispersos y crípticos retazos de Steinbeck y Kerouac. Con estas cartas construye un ensayo preliminar titulado Insomnia, cuya fuerza sobre todo recae en el dibujo. Broersma acierta con un trazo claro heredero de Chaland pero marcadamente grueso y opresivo, complementado por unas aguadas azules que aportan cierto aire de melancolía y también unas sombras de angustia y desesperación. Queda por ver si la trama evoluciona en próximas entregas sin los potenciales clichés y con algo más de profundidad en la caracterización de los personajes, para restar a la altura de la acertada atmósfera gráfica y una estructura narrativa inusual en el medio.


Páginas interiores:

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