Lecturas: "El archivo corso"
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Tras el éxito de El caso del velo, nos llega por fin El archivo corso. René Pétillon parece que está un pelín de moda. Aprovechémoslo.
El archivo corso
René Pétillon
Norma Editorial
El para nada taimado detective Jack Palmer viaja a Córcega con la sencilla misión de entregar una carta a propósito de una herencia a un tal Ange Leoni, sin saber que éste está implicado en el terrorismo corso que asola la isla. Todas las facciones del movimiento corso buscan a Ange Leoni para ajustar cuentas y no reciben muy contentos a un detective continental que llega para husmear, accidentalmente, en sus asuntos. La gendarmería y los cuerpos antiterroristas tienen su voz y voto en un entramado de malentendidos donde los únicos que se toman todo con calma son los propios habitantes de la isla.
El archivo corso es la obra más célebre de la serie del detective Jack Palmer, creada por René Pétillon y galardonada con el premio al mejor álbum del festival de Angoulême de 2001. En este álbum, Pétillon hurga en el absurdo de la violencia terrorista, la ley del silencio que impera en los lugareños y la actitud pusilánime de las fuerzas del orden, todo conjugado con una visión irónica y desenfadada que acentúa la insensatez de los protagonistas. Un incrédulo Jack Palmer no da crédito a lo que ve: multitud de indistinguibles facciones enfrentadas cuyo único interés es la financiación, unos cuerpos policiales confrontados entre si por problemas políticos y una sociedad acostumbrada a las barbaridades que se cometen en nombre de la libertad.
En cada viñeta, en cada gag, Pétillon destila un ponzoñoso humor que provoca la hilaridad del lector pero también su reflexión. Desde la parsimonia de unos habitantes indiferentes ante las explosiones o la aparición de encapuchados armados hasta los dientes, hasta las estupideces que perpetran unos terroristas ineptos, nada queda a salvo de su hiriente pluma, más poderosa que la espada. Pétillon despliega unos disparates expuestos con sorna para ridiculizar todas las partes implicadas en el conflicto, sin que por ello el autor se muestre más tolerante con las atrocidades de un terrorismo bien patente y real. El sarcasmo no es óbice para meditar acerca de un sinsentido inhumano que se cobra vidas humanas, pero es la vía más rápida y asimilable para tomar conciencia. Es por esto que Pétillon, con El archivo corso, nos está mandando un mensaje bien claro: no a la violencia.
El archivo corso
René Pétillon
Norma Editorial
El para nada taimado detective Jack Palmer viaja a Córcega con la sencilla misión de entregar una carta a propósito de una herencia a un tal Ange Leoni, sin saber que éste está implicado en el terrorismo corso que asola la isla. Todas las facciones del movimiento corso buscan a Ange Leoni para ajustar cuentas y no reciben muy contentos a un detective continental que llega para husmear, accidentalmente, en sus asuntos. La gendarmería y los cuerpos antiterroristas tienen su voz y voto en un entramado de malentendidos donde los únicos que se toman todo con calma son los propios habitantes de la isla.
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El archivo corso es la obra más célebre de la serie del detective Jack Palmer, creada por René Pétillon y galardonada con el premio al mejor álbum del festival de Angoulême de 2001. En este álbum, Pétillon hurga en el absurdo de la violencia terrorista, la ley del silencio que impera en los lugareños y la actitud pusilánime de las fuerzas del orden, todo conjugado con una visión irónica y desenfadada que acentúa la insensatez de los protagonistas. Un incrédulo Jack Palmer no da crédito a lo que ve: multitud de indistinguibles facciones enfrentadas cuyo único interés es la financiación, unos cuerpos policiales confrontados entre si por problemas políticos y una sociedad acostumbrada a las barbaridades que se cometen en nombre de la libertad.
 | - ¡Como te metas conmigo, creo un movimiento disidente! - ¡Atención! |
En cada viñeta, en cada gag, Pétillon destila un ponzoñoso humor que provoca la hilaridad del lector pero también su reflexión. Desde la parsimonia de unos habitantes indiferentes ante las explosiones o la aparición de encapuchados armados hasta los dientes, hasta las estupideces que perpetran unos terroristas ineptos, nada queda a salvo de su hiriente pluma, más poderosa que la espada. Pétillon despliega unos disparates expuestos con sorna para ridiculizar todas las partes implicadas en el conflicto, sin que por ello el autor se muestre más tolerante con las atrocidades de un terrorismo bien patente y real. El sarcasmo no es óbice para meditar acerca de un sinsentido inhumano que se cobra vidas humanas, pero es la vía más rápida y asimilable para tomar conciencia. Es por esto que Pétillon, con El archivo corso, nos está mandando un mensaje bien claro: no a la violencia.
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