Lecturas de salón (II)

Sigo leyendo, sin prisa pero sin pausa, las novedades del Saló de este año. No hace ni cinco minutos que he terminado de leer un libro que quiero comentar...


La última obra maestra de Aaron Slobodj
José Carlos Fernandes
Devir


José Carlos Fernandes realiza un curioso experimento narrativo en este libro, inventándose un artista que podríamos englobar dentro del movimiento dadaísta más extremo, que siempre destruía o mutilaba sus obras al finalizarlas. Con un extenso dossier documental y estudios de doctos profesores de la materia, se pasa a mostrar la única obra que sobrevivió al ansia autodestructiva del autor que se suicidó tras enviar, de forma fragmentada, este último libro. Nos encontramos entonces con unas fichas encuadernadas en espiral en un orden establecido que no tiene por qué coincidir con la voluntad del autor, dispuestas en dos filas: en la superior se sitúan las imágenes y en la inferior el texto. Tenemos así una secuencia de imágenes y texto que, según el prólogo del libro, puede combinarse de todas las formas posibles, lo que da lugar a un número elevado de interpretaciones del mismo. Son 38 imágenes y 38 fichas con texto, totalmente intercambiables siempre bajo la estricta regla que una imagen va acompañada de un texto, con lo que obtenemos (38*38)! lecturas posibles de la última obra maestra de Aaron Slobodj, todas igual de válidas y todas igual de desconcertantes. Fernandes juega con la propia biografía del personaje, su leyenda y el indeterminismo para recrear el culmen de su obra, un "legado" que rompe con la estructura secuencial y ofrece una interactividad inusual con el lector. Ya es tarea de éste encontrar, de entre las (38*38)! historias, la que él considere como la original. Si es que la hay.