¿Qué es un blog de tebeos?

¿Por qué tengo que justificar mi trabajo en mi web?

No sé, quizá es la acumulación de obligaciones, el estrés que llevo ahora, pero... joder, estoy un poco cansado de las polémicas de este mundillo. Siempre andamos a la greña y con los mismos temas, una y otra vez. Ahora toca la "profesionalización" de los blogs. Otra vez.

No entraré al trapo de la definición de blog ni de qué buscamos los blogueros de cómic con ellos. Voy a ir directo al detonante de la pregunta. Y en dos líneas lo resumo y listos.

Me parece absurdo que alguien venga a decirme lo que tengo que escribir en mi blog o me eche en cara que subo tal cosa y no tal otra. ¿Qué coño sabe la gente de lo que me ha pasado para no subir una nota? Trabajo, familia, amigos, estudios, mil blogs que ya lo han dicho días antes... Me repatean el hígado los que se creen con el derecho de dirigir o discutir los contenidos de un blog ajeno. Si no te gusta lo que ves, móntate uno. Y luego me cuentas, un tiempo después, si merece la pena el esfuerzo que le dedicas. Eso si tienes el valor suficiente, claro. O, mejor dicho, el tiempo libre necesario.

Ya has montado el blog, enhorabuena. Ahora, párate un momento y piensa. ¿Qué "recompensa" buscabas: cubrir el hueco que no veías en otros blogs, buscar ese "reconocimiento" que "tanto te mereces", pasar un rato divertido con amigos que hasta el momento no conocías? Sé sincero y luego tendrás la autoridad moral para ir señalando con el dedo a otros. Seguro que además en breve alguien te acusará de ser parcial y ya veremos entonces la paciencia que gastas.

Un blog siempre va a ser parcial, porque hay unas personas detrás. Filias, fobias y quehaceres mundanos se mezclan y resultan en un blog con unos contenidos, vomitados de una forma, y no otros. El que quiera ver más allá detrás de las palabras en Tirafrutas, La cárcel de papel, Zona Negativa, Comix, Via News, Es la hora de las tortas, Un tebeo con otro nombre... es que está enfermo o simplemente le falta una figura de líder a la que seguir sumisamente.

Perdón por la vehemencia, pero... ¡sí, hay algo más que me afecta! Cada día es distinto. Quizá en otro momento hubiera escrito lo mismo con otras palabras. Pero hoy es hoy y así me he levantado.

Buenos días.