Al abordaje de los kioscos

    Hubo un tiempo en que el kiosco era el principal benefactor de las lecturas del vulgo. Aparte del paquete de pipas o los chicles cheiwn, el kiosquero te ofrecía los tebeos y esas novelitas que algún moderno denominó pulp. Entre ellas, aparte de El llanero solitario, La Mosca o las de Silver Kane, también estaban los clásicos de Bruguera, esa editorial que, con permiso de Arlequín, monopolizó la literatura pop -de popular- durante la segunda mitad del siglo pasado.

    Ahora estas clásicos ilustrados -Salgari, Verne, Herman Melville- vuelven a las librerías. La culpable: Marta Rossich, una joven de 28 años que tras fichar por Ediciones B (la editorial que absorbió a Bruguera cuando esta fue comprada por el Grupo Z en los ochenta), y conocer todo su archivo, decidió rescatarlas.


Hoy, en Público, aparece un artículo dedicado a la nueva edición de Historias Selección y Joyas Literarias Juveniles, con palabras de María Pascual, ilustradora de la adaptación de Sisí.

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