Lecturas: "Japón"

Antes de partir a Madrid a pasar unos días (desgraciadamente, no creo que pueda pasar por Expocómic), sigo poniéndome al día con las lecturas, que se avecina una avalancha de novedades de lo más jugosas. Ayer mismo ya tenía en mis manos Monsieur Jean: La teoría de los solteros que en breve reseñaré, porque ahora el toca el turno a un espléndido libro de Ponent Mon. Las imágenes que acompañan el artículo las podréis ver a mayor tamaño al pulsar sobre ellas.



Japón
Varios autores
Ponent Mon


Un correo electrónico de Frédéric Boilet a Etienne Davodeau nos explica el proyecto. Diecisiete autores combinan sus habilidades en un libro coral sobre el país del Sol naciente: Moyoko Anno, Aurélia Aurita, Frédéric Boilet, Nicolas de Crécy, Étienne Davodeau, Little Fish, Emmanuel Guibert, Kazuichi Hanawa, Daisuke Igarashi, Taiyo Matsumoto, Fabrice Neaud, Benoît Peeters, David Prudhomme, François Schuiten, Joann Sfar, Kan Takahama y Jirô Taniguchi. Nueve autores francófonos fueron invitados a pasar dos semanas en una ciudad japonesa distinta cada uno por la embajada de Francia. Se les pidió que crearan una historia breve (de entre 10 y 16 páginas en blanco y negro) sobre la ciudad o región donde estuvieran de paso. Ocho autores japoneses (o residentes en Japón) harían sus respectivos relatos, también de acuerdo a su ciudad de residencia o, en todo caso, relacionado con la historia, la cultura, la vida, en definitiva, de Japón. Así llega ahora a nuestras manos Japón, una coedición internacional entre Ponent Mon, Style, Casterman y Coconico Press, un libro rebosante de sentimientos de toda ralea donde descubrimos los aspectos más esquivos del país nipón.

Japón (Taiyo Matsumoto)Como en cualquier obra de carácter colectivo, es difícil establecer un patrón común, un nexo de unión entre todos los autores más allá del eje central. Japón no es una excepción, y así encontramos todo tipo de temáticas, géneros y estilos gráficos. La mayor diversidad la aportan los autores japoneses, que alternan la mitología con la vida urbana, la infancia recordada, el amor olvidado de la adolescencia, los cuentos tradicionales... A destacar las aportaciones de Jirô Taniguchi, en la línea de las obras que ya hemos visto del autor nacido en Tottori, y un autor que ha resultado ser una grata sorpresa: Taiyo Matsumoto. Con un trazo sobrio y quebradizo, y un dibujo que transgriede los convencionalismos de la viñeta para ponerla al servicio de la imaginación, Matsumoto nos relata una preciosa fábula ambientada en el Japón feudal de bellísima factura. Si hay suerte, pronto podríamos ver del mismo autor los libros Ping pong y Número cinco.

Por el bando francés, se remarca el choque cultural producido por la visita. Tanto Joann Sfar como Fabrice Neaud dejan bien clara su perplejidad ante las diferencias en lo más cotidiano, Aurélia Aurita hace un ejercicio de descubrimientos Japón (Aurélia Aurita)continuos de los placeres surgidos del país oriental y Nicolas de Crécy apabulla los sentidos y jalea el surrealismo con un relato que da buena cuenta del poder y la vivacidad del merchandising producido en Japón. Para el lionés, como para el resto de autores extranjeros, es un país tan exótico que roza lo marciano o, para François Schuiten y Benoît Peeters, lo futurista, al jugar estos dos autores a combinar los grandes monstruos de la cultura popular japonesa con las arquitecturas enrevesadas que tan magistralmente dominan.

Japón es un libro colectivo con los esperables altibajos en cuanto a calidad o capacidad de epatar al lector, pero no se puede cuestionar, no obstante, la constatación de la riqueza cultural del ser humano. En sus páginas descubrimos otro mundo, otros sueños, otras costumbres, pero reconocemos los mismos sentimientos, anhelos, miedos y amores que vivimos cada día.