Planeta: ¿Correo sí o correo no?

Se ha disparado la voz de alarma por varios blogs como Un tebeo con otro nombre y Zona Negativa ante la perspectiva de la desaparición de los correos de los lectores en los próximos cómics de Planeta del Universo DC. Ayer pude intervenir en Zona Negativa y aprovecho para dejar aquí mismo la reflexión que hice, con permiso de Toni ;) (tranquilo, que ya sabes que estos posts tan largos no se los lee nadie)


Bien, para empezar habría que dividir la polémica en dos partes: la eliminación de correos de los lectores y la escasez de artículos de apoyo.

Centrándonos en la negativa a incluir correos en los cómics por parte de Planeta, está claro que es una postura que da la espalda al lector o, más bien, desatiende sus peticiones y las oculta al resto de lectores. Esta actitud desde luego sería desdeñable si la cantidad de lectores que escriben a los correos fuera significativa, pero dudo mucho que en estos tiempos que corren sea así. En caso contrario, ¿cómo es posible que paulatinamente los correos han ido remaquetándose para agrandar el tamaño de letra y acabar contestando, cuando más, dos o tres cartas? La bandeja de entrada de las editoriales se está quedando vacía, y cada vez son más los que acuden a Internet y/o revistas para saciar su sed de información. ¿Qué nos queda entonces? Que la función informativa del correo pierde su razón de ser. Hay que intentar destacar, entonces, la capacidad que tiene un correo de los lectores para servir como mesa redonda de intercambio de opiniones, función que, desgraciadamente, también suplen con creces los innumerables foros de Internet. Esto nos deja en la situación en que nos encontramos: yo no tengo los datos estadísticos de qué porcentaje de los lectores tiene acceso a los recursos de Internet, pero si una editorial decide que una sección de este calibre es superflua porque ya hay otros medios donde se hacen las labores que antes emprendía dicha sección, e incluso de forma más inmediata, no creo que sea reprochable la eliminación de las páginas dedicadas en los cómics.

Por supuesto, siempre estará la voz de la minoría, de aquellas personas que no tienen acceso a Internet, no saben dónde buscar o, simplemente, les da pereza y les sería más cómodo que fuera la propia editorial quien les atendiera. Porque, no nos engañemos, expresar la propia opinión y que la editorial escuche no va reñido con la presencia de secciones de correo en los cómics, sólo que las cartas que reciban las editoriales no serán publicadas, aunque sí recibidas. Claro, ahora todo dependería de la buena fe y la actitud positiva que requiere que una editorial esté atenta a las peticiones de sus clientes, y por ello escuche sin discriminación la voz del lector. Porque él manda, al fin y al cabo.


Hablar de los artículos es harina de otro costal. Si tenemos en cuenta que el Universo DC es el gran desconocido en España (madre mía, si el lector joven medio seguramente conocerá con mucho más detalle el de Image), que engloba a unos personajes y a un tipo de cómics que puede concordar con los gustos del lector Marvel a poco que éste deje de ser zombi y se abra a otra cabeceras, no se puede tener la actitud de no potenciar su lectura. Y la única forma de hacerlo es familiarizar al lector con los personajes y los hechos pasados, para que no huya por donde ha venido al encontrarse con una trama cuyas raíces o personajes se sitúan a hechos ocurridos 10 años atrás. Inundar la web de artículos, acompañar todos los cómics con secciones dedicadas a contextualizar la aventura presentada, poner más esmero en los checklist mensuales que se distribuyen gratis en las librerías... Todo esto redundaría en un cliente mucho más y mejor informado sobre los productos que tiene a su alcance, que no tiene la excusa del desconocimiento para no comprar un cómic.

Ahora bien, es necesaria una labor de documentación masiva. Son muchos años los que ha pasado DC en España con más pena que gloria, con ediciones muy limitadas, erráticas y selectas, que han propiciado el abandono de muchos lectores de sus colecciones; al menos, todos aquellos que no optaron por la vía rápida, también conocida por Previews. Tenemos entonces muchos huecos argumentales por cubrir, muchas referencias al pasado que hay que suplir con estos artículos. La tarea tampoco es descomunal, porque recordemos que el Universo DC, tal como lo conocemos, se reinició a mediados de los 80 con las Crisis. Si se ha conseguido enganchar a público joven al Universo Marvel más anticuado y recalcitrante, que data de los años 60 nada más y nada menos, no es muy difícil plantear una estrategia que haga que el Universo DC sea, de nuevo y como se merece, tenido en cuenta en España.


P.D.: Y con este carro de sandeces, os dejo hasta pasado el puente. Como es normal en su humilde anfitrión, servidor se marcha unos días de viaje. ¡Nos vemos a la vuelta!