Lecturas: semana del 25 de abril al 1 de mayo (I)

Semana agobiante de trabajo, y lo que te rondaré, morena: al menos hasta el próximo viernes, día en que se celebra la fiesta de la Facultad de Informática de Barcelona y a la que no puedo evitar acudir, estaré hasta el cuello de trabajo. Así que, siendo previsor del poco tiempo libre del que dispondré, este fin de semana lo dedico a devorar unos cuantos álbumes que ya estaban llamándome a gritos desde que los saqué de la bolsa. Hoy dejo un par de reseñas y mañana más, para que no os atragantéis con un post largo.


Yo soy legión 1: El fauno danzante
Fabien Nury y John Cassaday
Norma Editorial


Comienza la aventura europea del dibujante John Cassaday, acompañado por el francés Fabien Nury, en una serie que aúna espionaje, terror, aventuras y mitos fantásticos durante el ecuador de la Segunda Guerra Mundial. En esta primera entrega se nos presentan las que serán las piezas clave en la resolución del juego que propone Nury. Mientras los nazis trabajan en un arma nada convencional en Rumanía y luchan contra la red de espías aliados, en Inglaterra la cúpula del gobierno se somete a una infiltración que deberá ser erradicada por el servicio secreto. Ambos escenarios están relacionados de un modo que comenzamos a vislumbrar por nuestra capacidad de sospecha y por los indicios presentados, aunque aún nos quedará mucho por descubrir.

Esta primera entrega de Yo soy legión la esperaba con ganas tras ver algunas páginas de Cassaday y la verdad es que no me ha defraudado. Eso sí, el estadounidense sigue adoleciendo de una rigidez en ciertas escenas y, sinceramente, abusa del primer plano. No obstante, se le nota interés y trabajo en las planchas y la intrincada trama tejida por Nury me ha enganchado desde la primera página. Ahora, me siento cautivado y atrapado por la historia y, claro, reclamo para ya la continuación que ni siquiera ha aparecido en Francia.


El gato del rabino 3: El éxodo
Joann Sfar
Norma Editorial


Zlabya, su marido, el rabino y su gato viajan a París para la luna de miel de los recién casados. Es en este escenario donde tendrán lugar dos historias paralelas perfectamente trazadas por Sfar. Por un lado, el rabino no ve con buenos ojos la actitud de su yerno con las doctrinas judías, por lo que decide no conocer a su familia política y deambular por las calles de la capital francesa en busca de un sobrino al que hace tiempo que no ve y cuya actitud también le sorprenderá. Zlabya, por su parte, comienza la luna de miel en casa de sus suegros y poco a poco es capaz de adaptarse al estilo de vida de la capital, dejando atrás los rígidos preceptos de la Torah que aprendió en su Argelia natal. Tanto el padre como la hija tienen un choque cultural inicial que les hace sentirse extraños en una tierra lejana, y la respuesta de ambos a esta situación es lo que demuestra la capacidad de caracterización de Joann Sfar. El gato, cómo no, seguirá ejerciendo de hiriente narrador.

La tercera entrega de esta serie retoma el vuelo tras el "descanso" que supuso el segundo tomo. Volvemos a ser testigos de posturas encontradas sobre la interpretación de la Torah y de las enseñanzas judías, lo que aleja el aburrimiento al poco que nos interesemos por la crítica religiosa y cultural que nos presenta Sfar en este álbum. La diferencia entre el ideal teórico religioso que predicaba el rabino en su país se opone al pragmatismo de su yerno, su consuegro y su sobrino, en una ciudad más "civilizada" y menos preocupada en temas metafísicos y obligaciones religiosas. De esta manera Sfar dispone en el escenario los elementos necesarios para que sus personajes lleven a cabo una coreografía coherente a los movimientos definidos en el primer volumen. Con la excusa del sabbat, el autor nos presenta un enfrentamiento directo cuya última consecuencia alcanzaremos a ver en la última página: todo viaje acaba con evolución...

1 Comentarios:

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    Por Anonymous Anónimo, a las 6:25 a. m.  

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