Lecturas: semana del 9 al 15 de mayo

Se va acabando un fin de semana largo para un servidor de ustedes y supongo que para mucha gente más. Hoy lunes es fiesta, y tras dos días de jolgorio desmesurado, toca reposo y lecturas.


Profesor Bell 2
Joann Sfar
Ediciones Sins Entido


¿Qué hace el Diablo (así, con mayúsculas) en Jerusalén fotografiando a una mujer desnuda? Pues nada más que esperar la semana profetizada para poder escapar de la ciudad. Cada mil años, tres sacerdotes de una orden secreta, un cristiano, un judío y un musulmán, deberán luchar y derrotar al Diablo en el plazo de siete días para que el Mal no se extienda por el mundo. Ante una ligera adversidad, dos de ellos recurren a la ayuda del profesor escocés, sabio de artes místicas y curaciones milagrosas, que viaja a Jerusalén con el comisario Humpty Dumpty y su compañero fantasmal. La segunda entrega del Profesor Bell de Joann Sfar nos viene cargado del irreverente humor y las enrevesadas tramas ideadas por el autor, así como de la pluridisciplinar dedicación de su personaje protagonista, auténtico hombre sabio renacentista en el siglo XIX. Posesiones, mercaderes de lo extraordinario, fantasmas que escriben postales de viaje, ancianos diablos ratones de biblioteca, un doctor especializado en lo paranormal y un Diablo amante de la fotografía y que se pasa por el forro lo dictaminado por las leyendas... ¡Menudo es el cóctel que nos prepara Sfar en este álbum!


Los buscadores de tesoros 1
David B.
Ediciones Sins Entido


Los buscadores de tesoros es una saga ambientada en el Bagdad del siglo IX que bebe de todas las fuentes posibles de leyendas mitológicas y relatos oníricos. Un grupo de protagonistas heterogéneo en sus profesiones y sus creencias deciden partir a la búsqueda de la sombra robada a uno de sus componentes, para caer en una emboscada revolucionaria con origen profético. En tal búsqueda, el verdugo deberá sortear trampas, ilusiones y amores pasados, así como interactuar con todo tipo de personajes: seres del mundo de las sombras, un espíritu del fuego enamorada de su amigo herrero, la princesa Diya (antiguo amor) y, cómo no, el gentío de los bazares de la capital del imperio.

Leer un David B. desatado implica encontrarse con un mundo extraño, remoto, que te atrapa y te sumerge irremisiblemente en sus profundidades. Los buscadores de tesoros se sitúa históricamente en el siglo IX, dentro del imperio musulmán en la dinastía abasida. El autor francés nunca ha ocultado su predilección por esta etapa y esta parte geográfica de la historia, y utiliza todos sus conocimientos del tema para enriquecer un relato claramente influenciado por las mil y una noches con detalles históricos y culturales. Ya en esta primera entrega empezamos a divisar la diversidad en la caracterización de los personajes principales, con un espíritu del fuego, Zariyah, inquieta y juguetona, un médico armenio cristiano temeroso, un derviche pragmático y un verdugo, eje de este primer relato, con sentimientos más nobles de los que el pueblo cree. Todas estas figuras se entremezclan en una ciudad donde se conjuntan el mundo real y el más allá, las tierras de sombras y el profeta velado, pasadizos imposibles y tierras sin lugar preciso.

David B. hace gala de lo que más sabe: narrar como nadie este tipo de relatos. Los buscadores de tesoros es una serie donde el autor pace, estudia, prepara las páginas para regalarnos una oración única bajo las reglas gramaticales del lenguaje del cómic. Todo aderezado con una historia que te envuelve como si de las telas del profeta velado se tratara, en la que el color, acertadamente, juega un papel fundamental y aprueba con matrícula: los contrastes entre las luces y las sombras (¡fundamental!), la alegría y la ansiedad, los detalles, están resueltos con maestría. Como todo lo demás.


héroe
Flix
Bang! Ediciones


Qué romántico es pensar que todos hemos nacido con un objetivo predestinado y que estamos en su continua búsqueda. Los menos soñadores como yo nos quedamos con el detalle que nunca descubriremos por qué estamos rondando por este valle de lágrimas, pero he aquí que de vez en cuando topamos con alguien como el autor alemán Flix, que, no contento con narrar una autobiografía al uso, se ha atrevido a presentar como tesina de su licenciatura una biografía completa de su vida: desde su nacimiento hasta su muerte. Esto nos puede recordar el planteamiento de Pussey! de Daniel Clowes, pero tenemos que matizar. Las primeras páginas de héroe nos muestran el inicio prefísico de esta búsqueda, que en un principio el protagonista ve como pan comido. Pero, ¡ay!, al nacer olvida su cometido y así se forja un héroe en toda regla. Felix deberá luchar a lo largo de su vida con los monstruos (interiores) que le atenazan ante cualquier adversidad. Desde su infancia, pasando por su adolescencia, hasta su post-adolescencia actual, todo se rige por los patrones de una autobiografía corriente y moliente, con pequeños toques de imaginería desbordada. Pero todo cambia en el momento de recibir su licenciatura. Es un punto de inflexión en el que dejamos de leer lo ocurrido y miramos hacia el futuro, hacia lo que el propio autor crea como su destino. Por supuesto, final feliz, con consecución del objetivo predeterminado.

Felix Görmann es un joven autor que podríamos englobar dentro del grupúsculo de nuevos autores de cómic germanos. El mercado del cómic en Alemania es incluso peor que el de aquí, y los autores autóctonos se las ven y se las desean para conseguir un hueco editorial (hay un episodio dedicado a esto en el propio héroe). Flix, aún así, destaca por una sinceridad pasmosa en sus historias. Tanto este héroe como el inminente Sag was son un ejercicio de apertura emocional, confesión y limpieza de detalles tangenciales que no vienen al caso. Flix construye así una historia amena y ligera, que nunca se va por los cerros de Úbeda, bien acompañada de un dibujo caricaturesco con el que en ocasiones se aventura a experimentar con pasajes irreales. Por ejemplo, comenzamos y terminamos el libro mezclando conversaciones reales mantenidas durante su realización con viñetas metafísicas; y, como epílogo, un recortable con un manual para que el lector pueda ahuyentar sus propios monstruos.

Tenemos en nuestras manos una edición impecable de Bang! Ediciones calcada al original alemán de un cómic autobiográfico nada convencional. Los amantes del género, y los que no, seguro que agradecerán una lectura tan entretenida como ésta. Y ojo a la puntuación, que estoy considerando añadir "medios bocadillos" para que cómics así no parezcan suspendidos. ¡Dos y medio!